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Influencia
sobre Políticas Nacionales y Globales
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Un aspecto negativo inesperado de la frontera agrícola.
El progreso agrícola es
una base importante del desarrollo económico y social en la mayoría
de países tropicales. Aun así investigación de avanzada de dos
economistas de CIFOR indican el peligro de asumir que el incremento de
la productividad agrícola desmotivaría a los agricultores en los países
en desarrollo a la deforestación para la agricultura migratoria, como
muchos expertos han asumido.
Basados en estudios de
casos alrededor del mundo, Aril Angelsen y David Kaimowitz muestran
que el progreso agrícola frecuentemente incrementa la deforestación
al hacer las tierras marginales más rentables. La introducción de
variedades mejoradas de soya y la producción mecanizada en el Sur de
Brasil, por ejemplo, llevó a cambiar la producción de café más
benigna para el ambiente al cultivo a gran escala de soya. Como
resultado la cobertura forestal se redujo. De manera similar los
esfuerzos de control de la mosca tse-tse en Etiopía han abierto áreas
para cultivo a gran escala, algunas veces con la pérdida de la
vegetación natural.
Este y otros estudios de
caso fueron examinados en la reunión de Costa Rica en 1999, que fue
promovida por CIFOR y el Centro Agronómico Tropical de Investigación
y Enseñanza (CATIE), financiado principalmente por Noruega. Los científicos
de CIFOR usaron estudios de caso y un análisis adicional para
determinar si los avances tecnológicos en la agricultura son buenos o
malos para los bosques. Factores claves incluyen el tipo de tecnología
introducido, la disponibilidad de mano de obra local y si los
productos de la finca están dirigidos al mercado local o global. Los
resultados indican claramente que tecnologías que reducen la
necesidad de mano de obra y de capital intensivo son más probables
que estimulen la tala del bosque que los sistemas de producción que
requieren bastante fuerza de trabajo.
Estos descubrimientos
relacionan específicamente procesos tecnológicos en la frontera agrícola
- que es la tierra adyacente a los bosques. En contraste, es más
probable que sea benigno estimular la productividad de las tierras que
están dentro de cultivos intensivos, concluyeron los investigadores
de CIFOR. Un libro que estará disponible en el 2000 ayudará a la
amplia diseminación de éste importante trabajo. El Dr. Angelsen
advirtió: “es importante reconocer que puede haber balance entre la
reducción de la pobreza y la conservación de las metas a menos que
se tomen en cuenta medidas para compensarlo.
En el boletín de
noticias del 12 de Noviembre de la revista Ciencia, el consejero
ambiental del Banco Mundial John Spars calificó esta investigación
de “extraordinario valor”, agregando que el Banco estaba tomando
en cuenta estos hallazgos en sus políticas para asegurar la protección
forestal.
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Crisis económica y tala forestal
La investigación de
CIFOR en dos países: Camerún e Indonesia, ofrece un vistazo
interesante de cómo la crisis económica puede inadvertidamente
estimular la deforestación. Los resultados de éste trabajo, han sido
ampliamente consultados por oficiales del gobierno, encargados de políticas
y analistas en los dos países, así como por donantes internacionales
y programas de desarrollo.
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“El Banco Mundial
debe reconocer muchas situaciones que no son “ganancia-ganancia”,
para ayudar a analizar el balance y motivar el debate sobre el balance
apropiado entre objetivos conflictivos”
Reporte CIFOR sobre
Políticas No-Sectoriales que afectan a los bosques |
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La investigación en
Camerún enfoca los efectos de la turbulencia económica resultado del
colapso del auge del petróleo a mediados de 1980, y la perdida de
ganancia de divisas provenientes del petróleo, cacao y café.
Estudios llevados a cabo por William Sunderlin de CIFOR y su colega
Jacques Pokam mostró que a medida que los ingresos urbanos bajan drásticamente
muchos habitantes de las ciudades se trasladan al campo buscando vivir
de los productos de la tierra y recursos forestales; otros que habían
migrado a las ciudades también regresaron. Como la población de las
aldeas creció rápidamente después de 1986, los habitantes cortaron
más árboles para sembrar comida, lo cual también ayudó a compensar
los bajos ingresos del cacao y café.
Un estudio relacionado de
Ousseynou Ndoye y David Kaimowitz encontró que el incremento de la
extracción de madera y leña y la recolección de productos
forestales no-maderables ha degradado aún más los bosques en Camerún.
Una devaluación de la moneda en 1994 motivó el aumento de las
actividades basadas en los bosques. Las familias compensaron
parcialmente los bajos ingresos de los cultivos de árboles cultivados
vendiendo más leña y productos forestales no-maderables.
Los resultados de éste y
otros estudios relacionados reafirman las imágenes de satélites que
muestran una dramática pérdida de cobertura forestal en Camerún
desde el fin del auge del petróleo y la introducción de medidas económicas
correctivas.
Un mejor conocimiento de
las conexiones debe ayudar a prevenir mas perdidas de los bosques de
la nación. Investigadores de instituciones forestales nacionales y
regionales en Camerún han sido socios clave en esta investigación,
asegurando que los resultados serán incorporados en las políticas y
planificaciones. La mayor parte del financiamiento para éste trabajo
proviene del Departamento para el Desarrollo Internacional de Gran
Bretaña y por el Programa Regional para el Medioambiente de Africa
Central (CARPE), apoyado por la Agencia para el Desarrollo
Internacional de los Estados Unidos.
En Indonesia una crisis
económica ocurrió en 1997 dando a los científicos de CIFOR la
oportunidad para estudiar los efectos en los bosques nacionales y en
la población que habita en ellos. Aunque no hay datos de imágenes de
satélite disponibles para comparar los niveles de cobertura forestal
antes y después de la crisis, evidencia de estudios extensivos en el
campo sugieren que en el segundo año de la crisis más bosque fue
talado (1998-99) comparado con el año antes de que la crisis iniciara.
La fase inicial de éste
estudio, completada en 1999, observa como la crisis afectó a la
población del bosque y en los patrones de uso de la tierra para la
agricultura. Los investigadores de CIFOR entrevistaron familias en 30
aldeas de seis islas de la provincia de Indonesia aproximadamente 18
meses después de que la crisis iniciara. Aunque los análisis habían
predicho que la agricultura amortiguaría la inflación de la crisis
económica para los indonesios del área rurales fuera del reinado de
Java, la encuesta refleja que la mayoría de los entrevistados
estuvieron peor durante el segundo año de la crisis, comparado con su
nivel económico el año anterior “krisis moneter” (krismon) al
inicio de la crisis.
El estudio llevado por
William Sunderlin, Ida Aju Pradnja Resosudarmo y Arild Angelsen
muestra que los bosques del país sufrieron de esta reducción de
riqueza e ingreso familiar. Casi un tercio de los hogares encuestados
por CIFOR que reportaron que estuvieron peor durante la crisis,
dijeron que habían expandido su área cultivada. Como una presión
agregada, cerca del 17 por ciento de aquellos que decían estar mejor
durante la crisis - debido en gran parte por le ingreso provenientes
de cultivos de exportación - dijeron haber utilizado ganancias
adicionales para comprar tierras. El Banco Mundial y la Fundación
MacArthur, en acuerdo con el Centro para Estudios Internacionales y
Estratégicos en Jakarta, fueron los principales financiadores de esta
investigación.
Dos estudios adicionales
patrocinados por CIFOR, proporcionaron una visión sobre los cambios
de uso de la tierra a gran escala que han alterado significativamente
el paisaje forestal de Indonesia en los últimos años. Chris Barr, en
un análisis hecho con la World Wide Fund for Nature, mostraron como
el sector comercial de madera – uno de los principales agentes de
degradación forestal en los últimos años – ha cambiado su enfoque
desde la producción de plywood hacia el abastecimiento de materia
prima a la gran industria de papel y pulpa. Un efecto notable,
agravado por la crisis económica ha sido una aceleración de la
explotación ilegal de madera. Mientras tanto, Anne Casson examinó la
diseminación de fincas de palma aceitera que han causado la rápida y
amplia tala del bosque en muchas regiones de Indonesia. Ella encontró
que la expansión fue lenta durante la crisis económica, pero que la
industria está dispuesta al crecimiento en el futuro. Con estas
tendencias aparentemente bien establecidas, analistas CIFOR y otros
advierten que las demandas en el bosque nacional por parte de los
intereses comerciales están alcanzando cada vez mas niveles
insostenibles.
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CIFOR tiene una voz
fuerte en las políticas del Banco Mundial
CIFOR proporcionó
considerables aportes a las nuevas políticas forestales del Banco
Mundial, las cuales probablemente reflejarán un mayor conocimiento de
cómo las actividades de desarrollo pueden llevar sin intención pero
dramáticamente al incremento de la deforestación.
Cuando el Banco adoptó
una estrategia sobre bosques en 1991, prometió tomar un enfoque
multisectorial que reflejara las causas indirectas de pérdida y
degradación forestal. Pero, como el mismo Banco reconoció, esto no
ocurrió. Una revisión del plan, concluida en 1999, sigue el más
exhaustivo análisis de las actividades relacionadas con el bosque que
el Banco alguna vez haya hecho. En el proceso de revisión y preparación
del borrador de una nueva estrategia forestal, el Banco Mundial buscó
a expertos de CIFOR a través de varios canales – un reflejo del
respeto que comandan los trabajos del Centro referentes al análisis
de las causas que acentúan la deforestación.
William Sunderlin, David
Kaimowitz, Arild Angelsen, Mafa Chipeta y Godwin Kowero participaron
en reuniones de consulta que involucran expertos en la comunidad
forestal internacional. Ellos aportaron una visión crítica sobre
pobreza relacionada a los bosques, forestería comunitaria, potencial
para el comercio de carbono y el manejo forestal sostenible. La
considerable experiencia en investigación de CIFOR en el Sur de
Africa ayudó a reorientar al Banco el enfoque exclusivo para los
bosques húmedos tropicales a un enfoque que abarca bosques secos y áreas
de árboles, los cuales son parte crucial en la ecuación porque ellos
mantienen a los habitantes de muchas comunidades rurales en Africa y
otros lugares.
Además a solicitud del
Banco, CIFOR preparó un reporte analítico en 1999 describiendo
factores extrasectoriales que influencian el bosque y la población
que depende de él. Este reporte resume lo que se conoce acerca de los
efectos forestales relacionados con las políticas macroeconómicas,
la agricultura y el uso y tenencia de la tierra, el transporte, energía
y minería, prestamos e inversiones. Más adelante, el reporte
recomienda “mejores prácticas” para las actividades del Banco en
el área.
También se le solicitó
a CIFOR revisar estudios de casos sobre el desarrollo de los bosques
en Brasil, Camerún, e Indonesia, donde CIFOR tiene proyectos de
investigación bien establecidos. El análisis en Indonesia, plantea,
por ejemplo, cómo el intento del Banco Mundial de promover el
desarrollo de la palma aceitera ha aumentado la presión sobre el
bosque. En el caso de Camerún, CIFOR concluye que entre otras cosas,
los esfuerzos de la políticas forestales del Banco promovieron su
propia agenda, mientras dieron poco tiempo a las preocupaciones domésticas
y al debate.
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Bosques, Mercados de
Carbono, y Mitigación del Cambio climático
Bajo el protocolo de
Kyoto, la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático se
acordó en 1997 incluir la Forestería y los cambios en el uso de la
tierra como “recipientes” o “fuentes” de las emisiones de
gases del efecto de invernadero. En esta línea, la forestería y
cambios en el uso de la tierra deben ser incluidos en los proyectos
sobre mitigación del cambio climático, bajo Mecanismos de Desarrollo
Limpio que permitirán a los países desarrollados comprar créditos
de carbono de proyectos de uso selectivo de la tierra en países en
desarrollo.
CIFOR se ha involucrado
en el trabajo de políticas en proyectos que podrían ser posibles
bajo Mecanismos de Desarrollo Limpio, así como investigación de
campo para entender mejor la dinámica del carbono y métodos para
contabilizar carbono en los bosques. El financiamiento para éste
trabajo proviene de los Estados Unidos y de Nature Conservancy.
En estudios hechos en el
Amazonas peruano, Joyotee Smith y los colegas investigadores del Perú
y del Colegio Imperial de Londres examinaron si el comercio del
carbono forestal podría inducir el uso mejorado de la tierra en
agricultura de corte y quema. Concluyen que los agricultores dan alto
valor a los productos forestales y que proyectos con pequeños
productores pueden ser mas competitivos que los proyectos de protección
con bosques de gran escala si el cambio en el uso de la tierra permite
el manejo sustentable de los productos forestales más que la protección
total. De esta forma incluir el manejo forestal sostenible para los
productos como una opción entre la provisión del Protocolo de Kyoto
puede aumentar las oportunidades para los pequeños propietarios para
abastecer competitivamente los servicios del carbono.
Es importante predecir cómo
las reservas de carbono cambiarán en el tiempo en el bosque tropical
para el establecimiento de condiciones de líneas de base para
proyectos de mitigación del cambio climático. CIFOR condujo un
estudio de campo en plantación forestal en su campamento en Bogor,
para calibrar un modelo conocido como CENW, desarrollado originalmente
para bosques de coníferas en Australia, por científicos de la
Organización de Investigación Industrial y Científica de la
Mancomunidad de Naciones Británicas. Aunque la calibración no se ha
completado todavía, resultados iniciales indican que CENW puede ser
usado en bosques tropicales mezclados con bosques de madera dura con
moderados niveles de recolección de datos, permitiendo la predicción
de flujos de carbono en el tiempo.
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Construyendo un
registro del impacto CIFOR
Lograr un impacto es el
objetivo de cualquier estrategia de investigación que pretenda
resolver problemas existentes. Pero ¿Cómo puede asegurarse de que
esto pase? Este es el reto de Mike Spilsbury, un científico que busca
formas para incorporar la posibilidad de impacto en cada uno de los
importantes proyectos de investigación de CIFOR.
Alcanzar el impacto
requerido, conociendo las necesidades y capacidades de los
beneficiarios meta, incluyendo cómo reciben los resultados de las
investigaciones y cómo los aplican. El Dr. Spilsbury ayuda a los
grupos de investigadores a identificar las “vías de impacto” –
avenidas que llevan a cambios que serán traducidos en el mejoramiento
del manejo forestal o una mejor calidad del nivel de vida de la
población que depende del bosque. El fuerte enfoque a nivel de políticas
de CIFOR y su amplio grupo de usuarios, ofrece muchas oportunidades
para la adopción de resultados e impactos de la investigación. En un
escenario más grande, la planificación y estimación del impacto son
parte del proceso institucional mas grande de definición de
prioridades y construcción de capacidades.
En 1999 éste programa,
que se deriva del apoyo del Reino Unido de Gran Bretaña, a través
del Departamento para el Desarrollo Internacional, comenzó su primer
estudio de caso sobre el efecto del proyecto de Criterios e
Indicadores CIFOR. Se están realizando encuestas y entrevistas a
cientos de usuarios actuales y potenciales de C&I, para determinar
la respuesta positiva, así como las limitaciones que pueden estar
obstruyendo su amplia aceptación. En los resultados preliminares, los
usuarios dicen que encuentran el enfoque científicamente creíble y
bien considerado pero es necesario más y mejor entrenamiento, y el
proyecto debe tener vínculos más cercanos con el sector privado.
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“La mayoría de
las investigaciones están dirigidas a desarrollar productos.
Necesitamos aprender del sector privado y poner mayor esfuerzo para
entender el mercado de éste producto".
Mike Spilsbury,
científico de CIFOR.
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Conocimiento para
contribuir a la conservación de la biodiversidad
En 1999 CIFOR y la Unión
Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO)
colaboraron para sugerir a los administradores del Fondo para el Medio
Ambiente Mundial (FMAM) cómo podrían – y deberían – ser usados
estos mecanismos para promover la conservación de la biodiversidad en
los bosques productores de madera de los países en vías de
desarrollo.
Al discutir una amplia y
más realista iniciativa del FMAM, los autores señalaron que aún
ardientes propulsores de la protección de la biodiversidad asumen que
cerca del 10 por ciento de los bosques serán definidos como parques y
reservas. “Obviamente el destino de mucha diversidad depende de qué
pase con el restante 90 por ciento del bosque” dicen los autores del
reporte escrito por Robert C. Szaro del IUFRO y Jeffrey A. Sayer,
Douglas Sheil, Laura Snook y Andy Gillison de CIFOR, con
contribuciones de Grahame Applegate, John Poulsen y Robert Nasi. Los
bosques de producción son un componente crítico del gran inventario
forestal. Ellos albergan una considerable cantidad de especies de
animales y plantas. Aún no existe la probabilidad de que sean
cerrados en tiempo corto porque los países tropicales son altamente
dependientes de ellos para sus ingresos y desarrollo económico local.
Independientemente del
lugar, la protección de la biodiversidad implica opciones sociales y
distribución justa de los costos y beneficios, combinado con
incentivos apropiados y medidas reguladoras. Los autores explican que
para lograr esto, son necesarias iniciativas de manejo que puedan
reconciliar muchos valores competitivos e intereses que tienen
diferentes grupos en relación a un bosque dado. El reporte sugiere
que el FMAM puede fortalecer sus esfuerzos de protección de especies
promoviendo un mejor manejo de la producción forestal. Esto insta a
FMAM a usar su autoridad y recursos hacia detener practicas de
explotación forestal ecológicamente destructivas en los bosques
tropicales alrededor del mundo.
En otro trabajo sobre el
tema de la biodiversidad global, CIFOR asistió al Secretariado de la
Convención sobre Diversidad Biológica en la preparación de un
reporte sobre “Diversidad Biológica en los Bosques: su Estado,
Tendencias e Identificación de Opciones para la Conservación y Uso
Sostenible”. Mientras tanto un subgrupo de la Convención de la
Biodiversidad usó el trabajo de CIFOR sobre el desarrollo de
criterios e indicadores (C&I) para bosques sostenibles como el
fundamento para redactar un juego “universal” C&I relacionado
a la biodiversidad.
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Apoyando el Dialogo
Global sobre Temas Forestales
En 1999 CIFOR otra vez
contribuyó con su técnica al Foro Intergubernamental Forestal de las
Naciones Unidas (IFF), el cual está buscando el acuerdo sobre vías
para implementar los “Principios Forestales” y la “Agenda 21”
adoptada en 1992 en el Acuerdo de Río de Janeiro.
En la tercera sesión del
IFF, una discusión sobre cómo mejorar las prioridades de investigación
se beneficio de la participación de CIFOR en una Consulta
Internacional de Expertos sobre Sistemas de Investigación e Información
que se llevó a cabo en 1998. Entre un número de recomendaciones, el
IFF impulsó la consideración de que se desarrollara un sistema
global de información forestal. En otro tópico el IFF invitó para
posteriores estudios de las causas fundamentales de la deforestación
fuera del sector forestal, incluyendo los impactos de la pobreza y las
relaciones de tenencia de la tierra. Este interés es particularmente
relevante para CIFOR debido a que las causas subyacentes de la
deforestación es uno de los programas principales de investigación
del centro.
Una discusión sobre el
conocimiento tradicional basado en los bosques, provocó contradicción
debido a las preocupaciones acerca del derecho consuetudinario de
propiedad de la población indígena. CIFOR reforzó su compromiso de
reconocer el conocimiento tradicional y usarlo para el conocimiento
científico moderno sobre el bosque. A CIFOR y la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se les
asignó la tarea de preparar un instructivo sobre posibles iniciativas
para identificar, recolectar y registrar conocimiento tradicional
basado en los bosques, en preparación para resumir el diálogo de la
cuarta sesión del IFF a inicios del 2000.
Además de participar en
las discusiones, CIFOR y la FAO trabajaron estrechamente con una
docena de países para preparar un estudio para IFF titulado
“Perspectivas para las Plantaciones”.
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Haciendo mejor uso de la asistencia forestal
El financiamiento para la
comunidad internacional forestal suma un estimado de US$1 billón de dólares
anualmente. Aun así, hay frecuentes peticiones en los foros
internacionales por cuotas adicionales. Arguyendo que la ayuda proveída
no siempre es exitosa; el subdirector general de CIFOR, Reidar Persson
inició en 1999 un dialogo internacional dirigido a buscar cómo los
recursos accesibles podrían ser usados más efectivamente. “Si
nosotros no encontramos vías para mejorar el uso de los fondos que
tenemos, podríamos ver pronto que la ayuda monetaria para forestería
se reducirá” observó.
Un documento general
sobre el tema, el cual incorpora comentarios de una extensa revisión,
presenta los problemas en la organización de los donantes y países
receptores que han llevado a la presente situación. Un problema clave
es que los donantes a menudo manejan la naturaleza de los proyectos de
ayuda. Estudios recientes hechos por el Banco Mundial y otras agencias,
por ejemplo, han mostrado que generalmente hay pequeña relación
entre la asistencia y el crecimiento – principalmente porque la
asistencia es dada con frecuencia por razones políticas más que en
respuesta a necesidades claramente identificadas. Esta dominancia de
los donantes también significa que hay con frecuencia limitada
“apropiación” local y compromisos políticos de los países
recipientes.
El Dr. Persson dice que
podría aprenderse mucho de las experiencias pasadas acerca de qué
funciona y qué no funciona en los programas de asistencia, y urge a
la comunidad forestal internacional a prestar atención a estas
lecciones. Sugiere un número de “mejores apuestas” para mejorar
la situación en poco tiempo. Esto incluye dar mayor atención a la
construcción de capacidades, investigación estratégica y análisis
mejorado de los problemas relacionados con los bosques a través del
uso de tecnologías modernas y otros mecanismos.
Este trabajo, apoyado por
la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo, ha sido discutido
en la reunión del Foro Intergubernamental sobre Bosques, el Grupo
Internacional de Asesores Forestales y el Grupo Europeo de Asesores en
Forestería Tropical, entre otros, y son las bases para el reporte
principal de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación
Forestal. |
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